A pesar de las opiniones contradictorias sobre la respuesta humana a la actuación de la IA en el arte, y a pesar de su amplia penetración en el arte, como afirman Chamberlain et al. (2018) , hay poca comprensión de cómo la sociedad reacciona a la IA en las artes y no hay suficiente investigación que aborde en términos psicológicos la relación entre la interacción humano-computadora (HCI) y la estética.
Por estas razones, el propósito de la investigación, publicada en Frontiers, fue probar, primero, si las personas realmente experimentan una experiencia diferente del arte cuando saben que fue creado por IA en comparación con cuando creen que fue creado por un humano. Y segundo, si esa valoración diferencial podría atribuirse a una calidad diferencial de la obra de arte, o podría deberse simplemente a prejuicios o sesgos sobre la autoría.
En conclusión, nuestros experimentos muestran que las actitudes, estereotipos y sesgos previos que tengamos sobre las capacidades de la IA parecen modular nuestra experiencia con su desempeño artístico.
Por ello, ¿tiene sentido el debate de si la IA es o no creativa? Bueno, creemos que hay que tener cuidado de no presentarlo como una cuestión dicotómica, puesto que probablemente debamos evaluar la capacidad creativa, tanto en humanos como en máquinas, como un gradiente.
Aun así, vistos nuestros resultados y las diferentes reacciones ante el despliegue mostrado por tecnologías como DALLE2, parece que aún queda camino por recorrer hasta que el público experimente y valore una pieza artística generada por IA al mismo nivel que la creada por humanos. Mientras, necesitamos más experimentos.